viernes, 27 de febrero de 2015

Estudios sobre contemplación, 1. Contemplación, meditación, oración (Budismo y cristianismo)

El tema de la contemplación es importante desde la perspectiva de la fenomenología de la visión. Como introducción al estudio de estas cuestiones expongo a continuación un comentario que he realizado hoy a una reseña de un texto científico que describía, analizaba el poder curativo de la oración en enfermos hospitalizados.


Comentario:

Lo que se habla aquí me parece claro, incluso obvio. Lo que no tengo tan clara es una apropiada definición de «oración». Al final del texto dice: «si oramos o enfocamos un objetivo». En mi opinión el enfocar puede ser lo esencial de orar, más que la relación con un dios o con Dios. Leí un libro llamado El silencio del Buddha, por Raimon Panikkar, un filósofo catalán de padre hindú. El subtítulo del libro es «Introducción al ateísmo religioso», y entiendo, y es de lo que se trata en la obra, que los budistas no creen en un dios. Sin embargo ellos focalizan su experiencia en un cierto tipo de oración, si es posible definirlo así. Me refiero a la meditación. Es relación con el cosmos, con la naturaleza. No siendo una visión trascendente, no obstante obviamente la vida espiritual es parte de la mecánica de la vida, la más importante -si no la única- que enfocar. Ellos -los budistas (y declaro que tengo tendencias budistas en esta temática)- enfocan la claridad y el vacío como la manera de vivir en calma y de acuerdo a -por así decirlo- las leyes de la existencia, exterminando el dolor interior por el exterminio del propio deseo (lo que se llama trshna, que significa sed). Pienso que esta cosmovisión y el lugar que ocupa el vacío en ella podría relacionarse con la perspectiva de Meister Eckhart, desde la que se define a Dios como una nada. Pienso que esto es lo que se llamaba teología negativa, lo que supuso una filosofía muy relevante a través de los siglos, aunque yo no conozco suficientemente a estos autores. En esos tiempos, el misticismo cristiano, por ejemplo el de San Buenaventura en el siglo XIII, o quizás en la óptica de Jakob Boehme, estaba necesitado del vacío para la experiencia de la contemplación. Porque la contemplación era el sentido de su experiencia de Dios, contemplando a Dios y abrazándose a él como los amantes en el Cantar de los cantares bíblico. (Sobre esto se puede ver mi -inacabado- estudio sobre San Buenaventura: San Buenaventura. Contemplación, gracia y éxtasis). La religión budista también se dedica a la contemplación, sin embargo doy por seguro que no se trata entonces de la contemplación de un Dios, sino del flujo del cosmos/naturaleza. Y contemplación y meditación son dos caras de la vida humana, pienso. Y la oración se sitúa en este contexto: veo esta palabra muy cercana a la palabra meditación (en la religión budista). Como dije, al final de la reseña referida pone: «si oramos o enfocamos un objetivo». Pienso que la meditación es enfocar, mirar de una determinada manera; a buen seguro es así en la religión budista, y también la oración cristiana es un enfoque, referido en el cristianismo a un diálogo con Dios, pienso. Pero pienso en tratar de definir el concepto de oración, si es enfocar o si es hablar. No obstante, me parece claro que la voz puede ver y la visión puede hablar.

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