Yo. Yo estoy dando preponderancia a lo visible sobre lo textual: baso mi percepción principalmente en la observación. Primer axioma: genero así una escala de valores en la que el discurso textual queda éticamente subordinado a una poética de la observación. Esto se puede entender en lo constructivo pero antes bien implica la vertiente destructiva de esta ética (y estética). Desconfianza de lo textual. La "información como denigración" (identificada y cuestionada en el cine de Syberberg, en la obra filosofica (ética) de Gilles Deleuze) o el "lenguaje como virus de un espacio exterior" (William Burroughs) deben conllevar la consigna de cortocircuitar y exterminar el texto como hegemonía (se trata de cortocircuitar los canales de transmisión de control y manipulación ideológica, identificados como primeramente textuales). Poesía es entonces la negación y/o transfiguración de la palabra podrida, denigrante; por ello, se trata antes de una poética del ver, de la observación - como catalizadora capaz de silenciar y aniquilar lo nocivo (lo relativo a la ideología centrada en el control y manipulación de masas). Tenemos un adversario, y ese adversario es muy parlanchín.
La observación poética es el cortocircuito por difracción de las emisiones ideológicas, cuyo texto, debe saberse, también puede estar conformado por imágenes (podemos denominarlas entonces aunque sea a titulo provisional, imágenes textuales); lo que conforma la negación de la poética, conforma la palabra como denigración.
La poética también es un lenguaje, la poética de la observación es un lenguaje. Pero va, como tal, contra el flujo ideológico de control. Es lenguaje de vida y, al oponerse al subyugamiento, genera líneas tránsfugas de libertad.
La cámara, el ojo encuadran y enfocan (también desencuadran y desenfocan) signos, y/o los intervalos entre signos. Con la pregunta sobre los intervalos del movimiento nos cuestionamos sobre el ritmo fílmico, y en tal sentido (siguiendo tal hilo) podremos estudiar el tratamiento que despliega un Dziga Vertov en su teoría y práctica del cine-ojo [véase al respecto: Imagen y palabra (III.El montaje en Dziga Vertov) (Cine-concepto, 7)]. Vemos que cabe, es menester, una poética de la observación.
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