Dice Alain Badiou:
"¿Qué es un pensamiento filosófico del cine? ¿Cuál es la relación entre cine y filosofía? Aquí descubrimos otro problema; ya mencioné algo al respecto. Tenemos una ruptura: el cine piensa con imágenes mientras que la filosofía piensa con conceptos. Entonces estamos frente a una ruptura. ¿Y cuál será la síntesis si la filosofía consiste en producir una síntesis allí donde hay una ruptura? Sobre este punto Deleuze propone una pista: la filosofía puede hacer una clasificación de las imágenes. Esto no lo hace el cine. El cine produce imágenes, pero no produce una clasificación de las imágenes. Entonces, la intervención filosófica, la síntesis filosófica será una clasificación de las imágenes que no pertenece al cine. Esa clasificación requiere conceptos. Pueden imaginar cómo funcionará: tenemos la producción de imágenes-movimiento y de imágenes-tiempo por parte del cine, la producción de conceptos por parte de la filosofía, y los conceptos del cine van a pasar a través de una clasificación de las imágenes. Cito a Deleuze al comienzo de su libro sobre el cine: "Este estudio es una taxonomía, un intento de clasificación de las imágenes y de los signos". El objetivo es claro: una clasificación de las imágenes y de los signos. Por ello el segundo autor después de Bergson es el filósofo norteamericano Peirce, porque Bergson propone una teoría de la imagen y Pierce una de los signos. Y si a partir del cine hacen una clasificación de las imágenes y los signos, en filosofía, entonces ustedes vienen después de Bergson y después de Pierce. En el fondo, el libro es una síntesis de la teoría de los signos y de la teoría de las imágenes. Y esa síntesis de la teoría de los signos y de la teoría de las imágenes es una clasificación. Por ejemplo, hallarán tres tipos de imágenes-movimiento; una verdadera clasificación. Cada categoría será ilustrada por ciertos autores del cine, de manera que los filmes, los autores, son ejemplos de la clasificación. En cuanto a la clasificación misma, depende de los conceptos filosóficos. Por lo tanto tendrá -es un ejemplo- tres especies de imágenes-movimiento. La primera es la imagen-percepción, y los realizadores citados son Grémillon, Vigo, Vertov, por distintas razones. Tienen la imagen-afecto, con Griffith, Sternberg, Dreyer y Bresson. Y luego la imagen-acción, con los grandes filmes épicos, por un lado, que representan la gran forma de la imagen-acción, y con las películas burlescas, por el otro, que son la pequeña forma de la imagen-acción.
Ven allí, entonces, cómo funciona todo esto: tenemos conceptos filosóficos primero, los conceptos de tiempo, de movimiento, de imagen y de signos; tenemos luego los filmes, que producen imágenes-tiempo e imágenes-movimiento, y finalmente la síntesis, que es una clasificación. Esa clasificación, como advierten, tiene un doble empleo. Por una parte, pone cierto orden en la historia del cine, dado que hay escuelas cinematográficas que hacen más bien imágenes-afecto, o más bien imágenes-percepción, o más bien imágenes-acción, lo cual permite a Deleuze hablar libremente del cine alemán, del cine francés o del cine ruso, entre otros, no como categorías nacionales sino como categorías de la imagen misma. Por ejemplo, hay un gran cine épico soviético que será una forma particular de la imagen-acción. Éste es el primer uso de la clasificación, que le permite a Deleuze entregarse al ejercicio extraordinario de hablar de casi todos los cineastas del mundo, con análisis muy detallados pero dentro de un orden conceptual, que es el orden de la clasificación.
Pero hay un segundo uso de la clasificación, un uso filosófico. Porque, naturalmente, esta clasificación transforma nuestro pensamiento de la imagen. Gracias al cine podemos hacer distinciones mucho más finas: no sólo tendremos la imagen-movimiento sino, también, especies de imágenes-movimiento, y tal vez nunca hubiéramos podido pensar estas especies si no estuviera el cine. Por ello, la clasificación es una clasificación del cine, pero, en definitiva, esa clasificación del cine permite transformar los conceptos de la filosofía. El resultado general de la empresa es en sí mismo doble: una puesta en orden del cine, una clasificación conceptual de la imagen-tiempo y la imagen-movimiento. En este marco tienen análisis de detalles extraordinarios. Y luego, tienen una creación filosófica como una nueva teoría de la imagen. Como ven -resulta muy importante destacarlo-, tenemos realmente una síntesis allí donde hay ruptura entre cine y filosofía. El cine es una producción de imágenes-movimiento y de imágenes-tiempo, totalmente diferente de la producción de conceptos. Hay una ruptura.
En la conferencia que proyectamos anteayer, Deleuze dice que los cineastas no necesitan de ningún modo la filosofía para pensar. Evidentemente porque no piensan con conceptos. Hay entonces realmente una ruptura. Pero Deleuze mostrará que la filosofía puede servirse del cine, que puede haber una síntesis de esta ruptura y que esa síntesis producirá al final una transformación de la filosofía misma en un punto esencial, que es la concepción del tiempo. En profundidad se trata de eso. Ustedes saben que para Deleuze el tiempo es el ser mismo. O sea, que el cine tiene consecuencias ontológicas: permite una transformación del pensamiento del ser, y por lo tanto una transformación de la filosofía fundamental." [Alain Badiou, Op.cit., p.61-63]
La filosofía, desde este prisma ontológico (discurso del ser), deviene fenomenología de la percepción, integrada en la cual lo visual viene a ser el catalizador dentro del proyecto de Ocularia, estos estudios.