(Inicio de la conversación en la siguiente consideración de Claudia Guillen sobre el estudio Cámara objetiva y cámara subjetiva (Cine-concepto, 3).)
Claudia: Interesante para ser aplicado en la fotografía. A mí me gusta la cámara subjetiva, pero no siempre lo consigo en mis fotografías. A veces, variando el plano, logro transmitir algo de lo que pienso, quizás por eso me guste manipular las fotografías, para agregarles imágenes inverosímiles que puedan hacerlas más subjetivas.
Las sombras para mí significan mucho de ese mundo subjetivo; me atrapan las sombras de las cosas, como si hubiese un mundo aislado detrás del real, en sólo dos dimensiones.
En esta imagen
luna 7
el perro y yo tenemos una sombra pero quien pasea es la sombra y la realidad se convierte en la sombra del lado incoloro del paseo, en un día de verano donde se prefiere por instantes ser una sombra. O cuando la sombra es como la proyección de la imaginación, un mundo como el país del nunca jamás. Los sonidos de una cabalgata con caballos sedientos y jinetes orgullosos de sus bestias, la imagen del gaucho unida siempre a la piel del caballo, y la sombra de los mismos erguida aun en el cansancio.
Nacho: Lo que dices primero sobre tu gusto por la manipulación de las fotografías en correspondencia con el uso subjetivo de la cámara me es claro. Lo siguiente sobre las sombras me parece muy interesante. Podrías profundizar más cuando quieras sobre este asunto.
Claudia: Je je, no sé qué más profundizarte de eso, cualquier otra cosa que te diga es poesía... La sombra es un dibujo que se mueve, el protagonista de una película muda que está atrapado en el asfalto, en el verano se acerca y quiere tocarnos, piensa que haciéndose chiquita podrá pertenecer al mundo del color de las tres dimensiones, al mediodía desaparece pero existe, la tenemos dentro. En el otoño se hace larga larrrrrrrrrrr ggggggggggg aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa, somos nosotros su sombra del día de verano, llenos de color, y ella es tan grande que no cabe en el asfalto, está feliz de poseer una sombra colorida; se hace oro con las hojas del otoño, se cubre con ellas, tiene abrigos de papel y zapatos de color. Y en las horas de la noche vuela, es ahí cuando se libera del asfalto; sin pensarlo y sin quererlo, cuando no existe, en medio de la oscuridad, es cuando más libre es; es así la paradoja de la vida, cuando nosotros ya no la tenemos nunca más, cuando morimos, es ella por fin eternamente libre.
Nacho: Parece que en la noche, como dices, sucede a la sombra como al alma cuando deja el cuerpo que, según la idea, la encarcela.
Claudia: De acuerdo. Entonces me pregunto: ¿tiene el alma también su sombra? Y dejando volar mi imaginación, creería que la mejor imagen gráfica del alma sería el reflejo que nos muestran los charcos de las cosas, a veces clarísimos y a veces distorsionados. Dan una idea de lo que es: es etéreo, volátil, no siempre logras verla y no siempre te gusta lo que ves, pero atrae la curiosidad, te llama, quieres saber más de ella, tiene luz y brilla.
Otra de las cosas que me atrapa.
Claudia: De acuerdo. Entonces me pregunto: ¿tiene el alma también su sombra? Y dejando volar mi imaginación, creería que la mejor imagen gráfica del alma sería el reflejo que nos muestran los charcos de las cosas, a veces clarísimos y a veces distorsionados. Dan una idea de lo que es: es etéreo, volátil, no siempre logras verla y no siempre te gusta lo que ves, pero atrae la curiosidad, te llama, quieres saber más de ella, tiene luz y brilla.
Otra de las cosas que me atrapa.
Nacho: Igual que hablas así del alma, que comparto, pienso yo así en la percepción, en el percibir, en los mecanismos perceptivos, ópticos, visuales. En Los pasos [se puede encontrar este texto en mi blog Filoscopia] y en otros textos hablo de refractar, de distorsionar, de transformar (participar de -percibir- lo metamórfico); también de desenfocar, de centrifugar, etc. Son estas ideas las que me llevan a hablar de (a definir, tratar de definir) el ámbito de una poética de la observación; no tanto en el sentido en el que me respondías/comentabas el otro día, en el que te preguntabas "¿Cuándo he pretendido (o conseguido) una imagen poética con la cámara?" (cuestión también muy relevante)
[me refiero a un momento paralelo que surgió en la conversación y que publicaré a continuación de esta conversación como Visión poética, que es el encabezamiento que Claudia Guillen dio a su emisión]
sino que defino como "poética de la observación" a todos estos procesos perceptivos que transforman la realidad que se nos ofrece (en los términos que te acabo de introducir) en vistas a disfrutar de un sentimiento mas intenso (y con una negativa refractaria hacia lo hostil) de la vida. Percibir y transformar (en un mismo proceso) lo percibido para mejorarlo, disfrutarlo (realizarse uno o, dicho de otro modo, moverse como pez en el agua). [La noción de "poética de la observación" la introdujimos en Imagen y palabra (I.Poética de la observación)(Cine-concepto, 4)] Por este camino vi las relaciones, y me interesé por ellas, entre los conceptos ópticos y la vida, entre el cine o la fotografía, o la pintura y la vida, y la filosofía. Por ello comienza la reflexión del blog Ocularia.
Me acabas de hablar de reflejo y de distorsión, de ahí lo que te acabo de comentar. Procedo a ver con interés cómo se concreta esto en tus fotografías del agua.
[Enlace al álbum de fotografías "charcos" de Claudia Guillen.]
Nacho: Como he comentado en tu álbum esa serie de fotografías me parece muy buena...
Claudia: Gracias, Nacho. He pretendido con mis fotografías transmitir un sentimiento y un pensamiento. Coincido con lo que dices de buscar con la visión transformar la realidad, igual con la pintura o el cine.
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A continuación publicamos Visión poética, un bucle (momento paralelo) en esta primera conversación con Claudia Guillen.
Visión poética
Claudia: "No todos vivimos igual lo visible y lo enunciable. Cada cual se ceñirá a su propia utilidad, a lo interesante para sí". Y sí, va marcado por nuestra propia experiencia de vida y, por ende, por nuestra personalidad.
[Aquí, como a continuación, se refiere Claudia a sendos fragmentos de Imagen y palabra (I.Poética de la observación)(Cine-concepto, 4)]
Esto me gustó: "La poética también es un lenguaje. La poética de la observación es un lenguaje. Pero va, como tal, contra el flujo ideológico de control. Es lenguaje de vida y, al oponerse al subyugamiento, genera lineas tránsfugas de libertad". A ver... pienso... ¿en qué imágenes he pretendido tener una imagen poética de mi visión del mundo? Quizás en las de la naturaleza,
La visión de la niñez, un recuerdo de los juegos de infancia en las canicas de colores y cristales, que siempre me llamaron la atención; una mezcla de elementos importantes en mi infancia: el agua, los juegos, el color y el trópico de mi tierra reflejado en la planta.
Recogí los besos que estaban por ahí tirados y me vestí con ellos.
Nacho: Muy interesante.
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Algunos álbumes/exposiciones de Claudia Guillen:
ARTE DIGITAL
EXPOSICION 2
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