lunes, 15 de diciembre de 2014

John Dos Passos, 1. Presentación (Cine-concepto, 6)

John Dos Passos es uno de los grandes escritores americanos del siglo pasado. En su narrativa lleva a cabo una aplicación de los conceptos cinematográficos a la novela. Dedicaremos una serie de pensamientos a las novelas en las que lleva a cabo tales formas o técnicas de desarrollo o despliegue expresivo. Estas son 1) a modo de experiencia precursora de lo que se desarrollaría en toda su amplitud en lo sucesivo, la novela que en 1925 le llevó a su consagración en el mundo de la literatura; nos referimos a Manhattan transfer; y 2) publicada entre 1929 y 1936 -y en un solo volumen en 1938- la magna trilogía U.S.A., compuesta por los siguientes tres volúmenes: Paralelo 42, 1919, y El gran dinero.
Como preámbulo a la lectura de la obra del escritor introduciré dos referencias:
1) Se ha asociado la escritura de Dos Passos al cine de Dziga Vertov y la corriente del cine-ojo, que se comienza a desarrollar hacia 1920. En un apunte de sus diarios personales (16 de abril de 1934) Vertov se refiere a Dos Passos: "Estos films no eran films de "amplio consumo" tanto como "fims que producen films". Y no solamente films. Entre la primera serie de nuestro cine-ojo y el "cine-ojo" de Dos Passos (Paralelo 42) no han pasado pocos años. Y, sin embargo, el esquema de construcción y la terminología son los mismos en ambas obras. (...) Se me acusa de haber corrompido a Dos Passos, contaminándole con el cine-ojo, cuando hubiera podido, dicen, ser un buen escritor. Los demás replican que sin el cine-ojo no sabríamos siquiera quién es Dos Passos. En Dos Passos hay una traducción de la cine-visión en lenguaje literario. Hay una terminología y una construcción a lo cine-ojo." [Vertov, Dziga.- El cine ojo, p.154-155. Ed. Fundamentos. 1973].
2) En el Prólogo a Paralelo 42 (U.S.A., 1) [Ed. Edhasa, 2006 (para los estudios siguientes nosotros utilizaremos otra edición: Dos Passos, John.- Paralelo 42. Ed.Debolsillo Contemporánea.2014)] E. L. Doctorow  nos dice: "Mediante la cuarta forma de discurso más importante del libro, esos pasajes joyceanos bajo el encabezamiento "El Ojo de la Cámara", Dos Passos registra su inefable vida sensorial, empezando por su temprana niñez. Estos son, quizás, los interludios más enigmáticos. Como los noticiarios y las breves biografías [antes comentados por Doctorow], dan una dimensión topográfica al texto, como si los puntos de la narración principal se vieran examinados bajo una lente mucho más magnificadora. También implican al narrador en el discurso, y sirven para poner de relieve su compromiso moral con el acto de escribir. Pero Dos Passos, con su característica modestia, en cierta ocasión justificó esas secciones ante un entrevistador como caídas premeditadas en "lo subjetivo", una forma de mantener el manuscrito libre de esa terrible contaminación." Dos Passos asocia en su literatura, pues, el "ojo de la cámara" a la subjetividad narrativa, al aspecto subjetivo de la narración, dentro de un marco, en el que -en una narración descriptiva de la historia reciente de su país- trata de desarrollar la obra dentro de una veremos si posible objetividad; y veremos cuál es la verdadera pretensión y opción del escritor; pues en este sentido apunta Doctorow acto seguido: "Y aquí debemos recordar la advertencia de D.H.Lawrence de no confiar en el escritor, sino en la obra". [Texto relacionado: Cámara objetiva y cámara subjetiva (Cine-concepto, 3)].

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